lunes, 9 de mayo de 2011

Review de disco: "Ø (Disambiguation)" de Underoath.

Underoath - Ø (Disambiguation).


Contar con una nueva placa de este sexteto de Tampa, Florida, no es algo que se debe tomar a la ligera. Es cierto que son una de las bandas de rock cristiano más exitosas del mundo (principalmente por sus discos “They’re Only Chasing Safety” - 2004 y “Define the Great Line” - 2006), pero su historia ha sido bastante agitada, al punto que para este disco, con la partida del baterista / vocalista Aaron Gillespie, ya no queda ningún miembro original de la banda. Ciertamente otros habrían sucumbido ante las eventualidades, pero los restantes cinco integrantes decidieron seguir adelante e incorporaron al excelente baterista Daniel Davison (ex Norma Jean) a sus filas para enfrentar este nuevo desafío.

Es indudable que el cúmulo de inquietudes y suspicacias que surgieron sobre la continuidad del grupo se convirtieron en un peso sobre los hombros de Underoath, y sus denodados esfuerzos en el trabajo de composición de esta placa (registrados en un documental que puedes encontrar en la edición limitada de “Ø (Disambiguation)”) apuntaron decididamente hacia la reafirmación de su calidad como músicos, como asimismo a sobrepasar la sombra del mediático Gillespie, quien era sindicado por muchos como una de las principales razones del éxito de la banda.

La desambiguación es la resolución de la ambigüedad de las palabras, que es necesaria en la medida en que una palabra pueda ser interpretada de diferentes formas porque posee más de un significado o sentido. Este concepto es tomado por Underoath en este disco para demarcar su derrotero, estructura, ideario y sonoridad; la idea es establecer qué los define hoy, y en esa búsqueda se muestran como una fuerza mucho más densa e intrincada respecto de lo que su éxito comercial anterior pudo en algún momento indicar. Definitivamente se la han jugado por un lado más potente y estridente, matizado sólo por momentos con algunas sutilezas esporádicas, representadas de forma icónica por “Paper Lung”, que fue escogida como primer single y que podría inducir a error respecto del estilo de los restantes tracks del álbum.

Este séptimo LP de la agrupación, que es el primero con la formación actual, mantiene una cohesión con sus tres anteriores discos a través del correctísimo trabajo de la dupla de guitarras Smith – McTague y del bajista Grant Brandell, que no innovan mucho respecto del arsenal de recursos de estilo utilizados anteriormente, pero mantienen su altísimo nivel. Si queremos encontrar novedades, debemos enfocarnos en las bases electrónicas de Chris Dudley y en las baterías, elementos que tienen una mayor preponderancia, y que en conjunción crean una maraña de sonidos por momentos difíciles de discernir o desentrañar, dotando a las canciones de un variopinto cimiento sobre el cual se construyen sus estructuras llenas de quiebres y cambios abruptos. Davison es, sin lugar a dudas, un mucho mejor baterista que Gillespie; eso se destaca desde un comienzo y contribuye a una innovación en el sonido de Underoath, introduciendo patrones más propios del metal y de una escuela mucho más técnica de percusión.

Mención aparte merece la tarea enfrentada por Spencer Chamberlain, quien asume por primera vez como único frontman, letrista y vocalista de la banda. La necesidad de recurrir a su registro melódico con mucha mayor frecuencia (puesto que ya lo había hecho en pequeños pasajes de “Lost In the Sound of Separation” - 2008) la asume con sapiencia, definiendo un timbre y registro bastante homogéneo, pero dúctil y agradable; complementado con su ya conocida maestría en el uso de los gritos, gruñidos y resonancias guturales. Quizás el apartado en que queda en deuda son las líricas, salpicadas todas por su publicitada rehabilitación de las drogas y posterior redención a través de la religión. Su visión pesimista y casi deprimida de la vida, donde ruega a Dios que lo ayude, lo salve, lo rescate, y un innumerable etcétera de sinónimos; se vuelve agotadora por momentos, y hace extrañar la inflexión que significaban las letras y melodías más esperanzadoras de Gillespie.

En suma, “Ø (Disambiguation)” es un excelente trabajo, en el que trascienden toda su extensión la dedicación y pasión de los músicos. En algunos pasajes nos encontraremos con las mejores performances de la carrera de Underoath, y ya con eso basta para darle varias pasadas y disfrutar de una de las mejores bandas de metalcore que podrás encontrar en la escena actual. Algunas destacadas: 'Who Will Guard the Guardians', 'In Division', “Vacant Mouth” e 'In Completion'.


Jorge Luis Vega Cancino.


miércoles, 20 de abril de 2011

Review de disco: "Fake History" de letlive.


letlive - Fake History.

Para nadie es un secreto que luego de la explosión de los actos fundacionales del posthardcore, tales como Refused, At the Drive – In, Glassjaw, Thrice o Thursday; se produjo una excesiva proliferación de números carentes de individualidad y difíciles de distinguir unos de otros. Pues bien, en abril del año pasado una banda logró escapar al encasillamiento, y a lo largo de todo ese año y comienzos de éste se hicieron un nombre en la escena under, a punta de actitud y energía, tanto en su performance en estudio como en su brutal directo.

Se trata del quinteto letlive, originarios de Los Ángeles, quienes en un comienzo fueron reclutados por la disquera indie Tragic Hero, alcanzando una repercusión lo suficientemente importante como para llevarlos a oídos de una casa discográfica de tradición y renombre en EE.UU. En efecto, Epitaph Records decidió incorporar a esta agrupación a sus filas y darles un empujón inmediato al relanzar su tercer disco, “Fake History”, agregándole dos b - sides de la grabación original y un tema nuevo. Sin lugar a dudas se trata de una situación poco común en el mundo de la música, sobretodo porque la totalidad de las canciones que conformaron la primera edición de este LP permanecen intocadas, reconociendo así la brutalidad y honestidad de las composiciones de letlive, que han sido enarbolados por medios como Rocksound como “la banda más excitante en el mundo en la actualidad”.

Si bien estos pergaminos pueden generar reticencia en quien enfrente por primera vez este larga duración, ya desde el primer track los resquemores se van disipando y dan lugar al asombro, porque ciertamente nos encontramos frente a uno de los mejores discos de rock que podrás escuchar este año. Hablamos de rock y no de posthardcore, emocore, hardcore progresivo u otra etiqueta, porque se trata de canciones que flirtean con muchos estilos, pero no se comprometen con ninguno. Podrás encontrar desde punk (“Casino Columbus”, “H. Ledger”) hasta jazz (“Muther”, “Homeless Jazz”), pasando por el metal (“Le Prologue”, “The Sick, Sick, 6.8 Billion”) y con una marcada sensibilidad ganchera o hasta popera en ciertos pasajes de los coros melódicos (“We, The Pros of Con”, “Over Being Under”). Ciertamente letlive tiene un protagonista principal, su vocalista y compositor Jason Aalon Butler, cuyo carisma y excéntrica personalidad al enfrentar el micrófono exudan seguridad y confianza, que conjugados con sus destacables atributos vocales, logran transmitir un amplio rango de emociones al auditor, y en ciertos pasajes comunican ideas transgresoras y audaces con inteligencia y asertividad en la elección de los recursos estilísticos.

Las líricas constituyen uno de los puntos más altos de esta excelente placa, y con sinceridad puedo decir que desde Thrice que no me enfrentaba a tópicos tratados con tal agudeza y originalidad, apuntando tanto a la naturaleza y motivaciones de cada persona, como a las relaciones interpersonales o entre los individuos y el Estado. Aun cuando varias canciones podrían tomarse a priori como enfocadas en las relaciones amorosas, a lo largo de su desarrollo se revelan como cuestionamientos valóricos y apasionadas reflexiones sobre la honestidad en nuestra sociedad actual. Si a lo anterior agregamos un particular uso de las métricas, fraseos y silencios, asociados a una sólida interpretación a nivel instrumental, completamos el cuadro único que nos ofrece letlive.

En suma, “Fake History” es una invitación a abrir los horizontes musicales y a disfrutar del rock sin apellidos, interpretado con prestancia y potencia, conjugados en una obra que ciertamente merece un lugar destacado en tu colección musical.

Jorge Vega C.

jueves, 22 de octubre de 2009

Review de disco: "New Junk Aesthetic" de Every Time I Die




Every Time I Die – New Junk Aesthetic.

Desde el año 2001 ETID ha mantenido la tradición de lanzar un disco cada dos años, donde sin duda “Gutter Phenomenon” de 2005 marcó un antes y un después para la banda, tanto en la definición de su sello personal como por el éxito comercial que les reportó. Pero contrario a lo que podría haberse pensado, estos neoyorkinos decidieron alejarse de la fórmula exitosa y apostaron por una placa de corte más punk/southern rock en el sucesor “The Big Dirty”, dejando el metalcore/posthardcore que tantos otros nuevos actos habían comenzado a copiar y profitar, y alcanzando, no obstante, más ventas que antes. Así las cosas, era difícil anticipar el próximo paso que significaría este primer larga duración bajo el alero del sello Epitaph, luego de dejar Ferret Music a mediados de 2008.

Con las apuestas bastante altas y mucha carga sobre sus hombros, producto del reciente arribo a su nueva casa discográfica, no les quedó otra alternativa que apelar a una claridad y seriedad que antes eran sólo secundarias en su concepto musical. Ya desde la apertura con “Roman Holiday”, este álbum comienza un trayecto incendiario que pocas veces aminora el paso, impregnado por líricas introspectivas, críticas y hasta políticas por momentos. Dejando casi a un lado las voces melódicas, reservadas para algo más que unos pocos coros, el vocalista Keith Buckley explora los recovecos de su registro más ácido, en una mezcla de gritos y canto similar a la utilizada por Lou Koller de Sick of it All, Phil Anselmo de Pantera o Tim Williams de Vision of Disorder. La particularidad está en que Buckley le imprime una onda llena de groove a su voz, impulsando los temas que de por sí son energéticos en su base instrumental.

En esta placa no hay puntos medios, la banda de los hermanos Buckley se la juega por completo en favor de un sonido corrosivo, que para cualquier persona poco familiarizada con el estilo, que cultivan también otras agrupaciones como Maylene and the Sons of Disaster, Cancer Bats o los antiguos He is Legend, puede llegar a ser agotador. Por otro lado, si lo que buscas es una banda sonora llena de agresión, distorsión y velocidad, te esperan casi cuarenta minutos sin tregua de hardcore punk y southern/stoner rock, condimentado con algunas pizcas de metalcore. Las canciones no sobrepasan los tres minutos de duración, lo que ayuda a mantener la frescura y el interés del auditor.

El punto más alto de “New Junk Aesthetic” es la cohesión de los instrumentos, que van directo al grano, estructurando riffs y beats demoledores, destacándose tracks como el primer single “Wanderlust” y su ganchera melodía; “White Smoke”, llena de ingeniosos breakdowns; o el aplastante track que le da el nombre al disco, cuyo coro es el mejor logrado y más recordable a pesar de su brevedad. Sin duda que esta nueva obra es un paso fuerte y claro en la carrera de ETID, pero no creo que sea lo mejor que ellos pueden dar, y más adelante debería llegar la madurez que les permita equilibrar el interesante toque lúdico que mostraron antaño, con la nueva seriedad descubierta actualmente, y alejarse así de la inquietante amenaza de la monotonía que significaría una tercera entrega que siga una dirección similar.

Jorge Luis Vega Cancino.

domingo, 18 de octubre de 2009

Review de disco: "It Hates You" de He is Legend.


He is Legend It Hates You.

Lo único que se mantiene en este cuarteto de Carolina del Norte es la formación. Desde 2003 hasta la fecha, y con tres discos bajo el brazo, Schuylar Croom –vocalista–, Adam Tanbouz – guitarrista–, Matt Williams –bajista– y Steven Bache –baterista–, han seguido un derrotero de difícil clasificación en cuanto a lo musical, con unos inicios marcadamente agresivos y llenos de voces guturales, pero que hoy desembocan en una elegante mixtura de southern rock, posthardcore, screamo, rock y una sensibilidad marcadamente ganchera y hasta pop en las voces.

“It Hates You” lleva a esta agrupación a un nuevo plano musical, donde ya no queda la sensación de experimentación de sus placas anteriores. Si bien el humor, el sarcasmo y la vibra fiestera siguen presentes y alcanzan cotas de gran oficio, lo que llama más la atención es que a lo largo de las 12 canciones que completan esta obra no hay momentos dubitativos, sino que una muestra de lo diverso que puede llegar a ser un concepto cuando se tiene claridad en lo que se quiere entregar.

“Party Time”, “Don’t Touch the Dial”, “Decisions, Decisions, Decisions”; entre otras, son piezas con melodías complejas y atrayentes; el magnetismo de las voces en este larga duración se asocia con arreglos que mantienen la frescura entre track y track, haciendo que la experiencia transcurra velozmente, invitando a una segunda pasada casi inmediata.

Al auditor que nunca antes se ha enfrentado a He is Legend, le espera una gratísima sorpresa con este disco, ya que está pensado claramente para abrir las puertas de las grandes audiencias. Por otro lado, los fans más antiguos podrán sentirse traicionados hasta cierto punto por esta nueva postura mucho más calmada, aunque luego de revisitar este LP unas cuantas veces es casi imposible negar la calidad del trabajo hecho. La incorporación de voces femeninas en algunos coros y la erradicación de los gritos del repertorio de Croom, completan la oferta de un acto de gran proyección, que si logra sobrellevar los problemas internos –actualmente y a apenas meses del lanzamiento del disco la banda está en un hiatus indefinido– podría alcanzar un sitial firme en el circuito under norteamericano.


Jorge Luis Vega Cancino.


+info: http://www.myspace.com/heislegend

jueves, 6 de agosto de 2009

Review de disco: Weiza - Haga sus Reservas (2009) + Entrevista.


(Publicado originalmente en 192.cl)

Descargué este disco desde portaldisc.com porque siempre he encontrado interesante la fusión de estilos que hacen los santiaguinos de Weiza, que llevan ya 9 años de trayectoria en el circuito under de nuestro país. Sin tener mayores conocimientos previos respecto de este nuevo trabajo, grata fue mi sorpresa al poner play al primer track titulado “El valor de la vida” y encontrarme con uno de los mejores sonidos que he escuchado en un disco de la escena independiente chilena. Claro, no podía ser de otra forma si Mariano Pavez se encontraba detrás de la producción, grabación, mezcla y masterización de este LP, plasmando una vez más su manejo y experiencia, que en este caso ha conseguido obtener el máximo potencial de una banda que cuenta con la materia prima para hacer grandes cosas.

El disco “Haga sus Reservas” es un trabajo financiado por el Fondart, y tiene méritos de sobra para justificar su elección. Tanto la calidad instrumental como el concepto lírico denotan un trabajo meticuloso y exhaustivo, conformando una identidad musical clara y distinguible, conjugada con un rescate de las raíces musicales de nuestra tierra, tomando elementos del folklore nacional en materia de música, instrumentos, letras e interpretación, y mezclándolos con una dosis de rock y metal de las últimas dos décadas.

Vamos por partes: a cargo de la voz está Rudi, quien posee un fraseo excelente, lleno de inteligencia en el uso de las estructuras métricas y de las palabras. Hubo un tiempo en que Weiza podía vincularse al hip hop y a bandas como 2X, Hed pe, RATM u otras representantes de la fusión en algún momento denominada rapcore. Sin embargo, hoy en día este vocalista ha expandido y cultivado sus capacidades, que lo hacen capaz de manejar un amplio registro, diversos recursos vocales y pasearse por los estilos musicales sin desentonar, abarcando desde una voz gruesa para rapear hasta tonos sutiles en los coros y armonías. Se nota la preocupación minuciosa y el trabajo de artesano que desarrolló en estas canciones, y sin duda que contribuye de sobremanera a la alta calidad del producto final. En mi opinión lo mejor de su repertorio sale a flote cuando rapea, pero en canciones como “¿Dónde estás Escondida?” , “No se Irán” o "Miradas de Vanidad" lleva a niveles superlativos su canto, tributando la fuerza de grandes voces de nuestra música popular y desempeñándose a la altura de las circunstancias.

El bajista es Ricardo, que es uno de los más beneficiados por el alto nivel de la producción, ya que en este álbum se logra entregar una presencia satisfactoria al bajo, que nos permite disfrutar de las ingeniosas melodías que crea este músico, quien claramente no se queda con acompañar solamente al resto de los instrumentos, sino que complementa la sonoridad de las bases melódicas y hace una excelente dupla con la batería. Es destacable en particular su atinado uso del slap.

Alberto, el baterista, es un muy buen exponente de la nueva escuela de percusionistas, que han recogido herramientas y técnicas de múltiples fuentes, buscando interpretar lo que cada canción pide y logrando con ello que su trabajo se destaque por su sobriedad y perfección. Es interesantísima la incorporación de una amplia gama de instrumentos y estilos de percusión. Es uno de los puntos más altos de la banda.

José se encarga de las guitarras y es genial la forma en que logra incorporar elementos del rock moderno en canciones que a veces cruzan abruptamente desde la cueca al rock, o desde la cumbia al metal. Me encantaron las transiciones que hace entre las estrofas y coros, excelentes puentes que permiten que las canciones fluyan con sutileza, conectando abruptas variaciones.

Además de los cuatro integrantes de la banda, este disco incluye a ocho músicos invitados: pianos, teclados, percusión, secuencias, dj, trombón, trompeta, didjeridoo, entre otros. Los arreglos son hechos por Rudi, y en mi opinión ha logrado una bellísima comunión entre la multiplicidad de fuentes sonoras utilizadas.

Con respecto a las letras, esta placa nos ofrece un amplio léxico que aporta profundidad y valor a las canciones. No hay canciones por cantar ni palabras al azar, Weiza busca transmitir un mensaje y todos los tracks del disco aportan a la construcción de un concepto lírico enfocado hacia el valor intrínseco de las personas, en un esfuerzo por rescatar la belleza de lo nuestro y el lado positivo de la vida. Mención aparte merece el esfuerzo de Rudi por introducir metáforas muy bien elaboradas, valiéndose de figuras lingüísticas que pocos letristas jóvenes utilizan hoy en día.

El arte del disco es muy original, contrastando nuestra cultura indígena con la sociedad moderna del consumo. José Luis y Alberto Parot han hecho un trabajo sobresaliente, y aún cuando la edición digital permite disfrutar de la calidad de sus ilustraciones, es un aliciente para adquirir la edición física y contemplar el booklet impreso.

En resumen, una obra superior a casi todo lo que ha salido de la escena chilena Nü Metal, Nü Rock o como quieran llamarla. Es mi sincero deseo para estos chicos que puedan conseguir la difusión que “Haga sus Reservas” se merece, y que por una vez escuchemos en las radios música nacional hecha con cojones, con contenido y con talento.

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Entrevista con Rudi Meibergen, vocalista, letrista y arreglista de Weiza.

192: ¿Por qué creen que el Fondart eligió su disco como uno de los proyectos ganadores?

Rudi: Principalmente por el orden del proyecto y por ser una propuesta innovadora. Creemos que el jurado debe haber calificado nuestro disco como un aporte cultural, tanto por los arreglos musicales como por las letras, en el fondo es un disco que identifica a los chilenos con una propuesta nueva, y probablemente eso hizo que nos tomaran en cuenta.

192: ¿Cuánto tiempo les tomó el trabajo para este disco desde la preproducción hasta la edición final?

R: Después de saber que habíamos ganado los fondos de cultura empezó el proceso de limpieza de los temas y los arreglos. Antes de eso eran un esqueleto que había que vestir. En ese proceso estuvimos casi 6 meses, y después de esto comenzó el proceso de Grabación, Mezcla y Masterización. Eso nos tomó 4 meses y medio más, es decir casi un año desde el momento en que supimos los resultados. Tomando en cuenta que la mayoría de los temas ya estaban compuestos, podríamos decir que fue 1 año y medio de trabajo aproximadamente.

192: No es común que una banda joven mencione temas como la lectura o la poesía en sus letras ¿Cuáles fueron las motivaciones líricas y el concepto general de las letras en este disco?

R: Creo que efectivamente hay fuertes influencias literarias en el disco. Yo leo mucho, sobre todo novelas, y la verdad es que una de las cosas que más disfruto al leer es la descripción, hay escritores que logran describir situaciones perfectas que son sensaciones abstractas y logran llevarlas a un papel, lo cual parece imposible. Bueno en el fondo se encargan de que el lector se sienta parte de la situación, nosotros de cierta manera intentamos hacer lo mismo, que el auditor sienta la letra como parte de su vida, no como algo que se pueda contemplar solamente, sino como algo que se podría vivir perfectamente. Esa es la principal motivación lírica, mostrarle un punto de vista diferente a la gente de situaciones que todos vivimos. El concepto general es parar de ver la vida como nos gustaría que fuera y verla como realmente es, esto no es negativo todo lo contrario, es ver la realidad y disfrutarla. Pero la inquietud que nos hizo dirigir nuestra lírica hacia ese punto es ver como la gente sufre intentando buscar felicidad en el lugar inadecuado y queremos ayudar a que esto deje de suceder. No somos una banda Light.

192: En el disco fusionan una serie de estilos musicales muy disímiles ¿Qué bandas o músicos, nacionales y extranjeros, los influenciaron musicalmente en este trabajo?

R: Esta es una pregunta muy compleja para nosotros, la influencia es enorme porque en la banda tenemos gustos muy diferentes que conjugan una mezcla de lo que es Weiza. Pero no intentamos basarnos en alguien específico, dejamos que la composición fluya sin limitaciones. Si queremos hacer un hip-hop lo hacemos y si después queremos hacer algo folklórico lo hacemos. Cualquier música que esté bien hecha tiene su gracia hay melodías inspiradoras en muchos estilos así como ritmos, cadencias armónicas, groves, y un montón de cosas más. Las inspiraciones por lo general nacen escuchando música, pero no podría detallarte que fue lo que escuchamos en el específico momento que nos influenciamos para trabajar, porque pasamos la mayor cantidad del tiempo en eso.

192: ¿Cuántos músicos y qué instrumentos incluyeron en este trabajo?

R: Incluimos 8 músicos más los 4 de la banda. Y la instrumentación fue bastante amplia ocupamos: Batería, Guitarra eléctrica, Guitarra acústica, Charango, Bajo, Teclado, Voz, Scratch, Violín1, Violín 2, Viola, Violoncello, Corno Francés, Trompeta, Trombón, Timbales, Gong, Glockenspiel, Didjeridoo, Trompe, Tumbadoras, Timbaleras, percusiones Afro-latinas, etc. Obviamente son arreglos pequeños, dependiendo del tema, no es que suenen todos los instrumentos todo el rato y en todas las canciones, eso sería un poco caótico… jajaja, pero fue una experiencia muy entretenida trabajar con tantos timbres diferentes.

192: ¿Cómo fue trabajar con arreglos orquestados y con músicos de renombre en la escena local? ¿Cómo planean transportar el disco al show en vivo de la banda?

R: Siempre es reconfortante trabajar con gente profesional, bronces como Manuel Muñoz y el Parquímetro, que son gente que ya viene de vuelta y a diferencia de muchos músicos jóvenes no tienen nada que demostrarle a nadie. Por lo mismo, hacen su trabajo de una manera muy sólida y respetan los arreglos tal como están escritos. Al entrar al estudio les pasamos las partes, les pregunte si querían ojearlas un poco, mirarlas con calma, nosotros podíamos salir mientras ellos las revisaban, y me dijeron: “no, entremos y grabamos”. Dicho y hecho entraron, leyeron y grabaron el arreglo tal como yo lo tenía en mi cabeza, un agrado.

Lamentablemente los presupuestos que se manejan en Chile para hacer conciertos no son muy altos por lo que nos seria en este momento muy difícil tocar los temas orquestados con una orquesta de cuerdas. Es por esto que optamos a tocarlos con secuencias en vivo y la verdad es que el resultado a sido sorprendente.

192: ¿Qué aporte les entregó Mariano Pavez como productor del disco?

R: El aporte de Mariano fue fundamental en varios puntos: profesionalizó el nivel técnico de la banda, nos exigió el máximo a cada uno, lo que nos significó potenciar la calidad no tanto a la hora de grabar sino también en vivo. Ordenó muy bien los conceptos, me imagino que para un productor debe ser muy difícil trabajar con una banda como la de nosotros, aun así, mantuvo un hilo conductor entre los temas ya sea un reggae o un metal, sigue sonando a Weiza y eso encuentro que lo hace ser de los mejores en su área. Además él sabe muy bien qué aportes hacer y tiene un criterio sorprendente en el tema de los sonidos, debo reconocer que gracias a él, el disco suena como suena.

192: ¿Cuáles son sus expectativas con este disco?¿Cómo ven a la escena chilena independiente actual?

R: Nuestras expectativas son ambiciosas, queremos que todo el mundo haya escuchado Weiza o que lo conozcan por lo menos, si les gusta o no es un tema aparte pero no queremos que nadie se quede sin conocerlo. Creemos firmemente que a la gente le va a encantar ya que es un proyecto que nos identifica a todos y es un disco para reflexionar de manera muy positiva. En este momento nos encontramos editando nuestro videoclip, y promocionando a full nuestro disco, lo pueden comprar a través de www.portaldisc.com (versión digital) o www.suena.cl (edición física) la idea es marcar algo y que Weiza no pase desapercibido. Me atrevo a decir que Weiza apuesta a algo nuevo y vanguardista e invito a la gente a conocerlo, es por esto que agradecemos enormemente su interés y difusión y esperamos ir poco a poco conquistando al publico Chileno.

192: Muchas gracias Rudi por la entrevista y muchísima suerte en el futuro.

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Weiza - Haga sus Reservas.

01. El valor de la vida

02. Vademecum

03. Calla el silencio

04. Donde estás escondida

05. No se irán

06. Mi hogar

07. Ya bailamos sus canciones

08. Buscador de pecados

09. El día

10. Milonga de un viajero

11. 11:00 AM

12. Zapping

13. Miradas de vanidad

14. Una limosna y a la cama

15. Buenas noches

+ info:

http://www.weiza.cl

http://www.myspace.com/weiza

http://www.purevolume.com/weiza

http://www.fotolog.com/weiza

jueves, 23 de julio de 2009

Review de disco: "The Tropic Rot" de Poison the Well.


Poison the Well – The Tropic Rot.

En su segundo larga duración con Ferret Music, luego del vanguardista “Versions” de 2007, y tras la edición en 2008 de tres EP/vinilos de 7’’ titulados “I/III, II/III y III/III”, que sirvieron de conexión entre ambos álbumes, Poison the Well vuelve en 2009 con “The Tropic Rot” a refrendar su cartel de innovadores en el hardcore moderno.

Si bien no alcanzan las cotas de cohesión y claridad ofrecidas en su explosivo “You Come Before You”, que los llevó a la primera línea de la escena post-hardcore americana y a la aclamación de la crítica, con este disco siguen empujando los límites de los estilos y estableciendo con claridad su identidad musical. En este álbum incorporan una vez más elementos estilísticos que otras bandas más puristas no se atreverían a explorar: guitarras con distorsiones muy sutiles o derechamente sin distorsión, agregándoles una amplia gama de efectos; la utilización de sintetizadores y teclados que complementan las atmósferas; o el vasto rango de recursos vocales que manejan a lo largo del disco, y en especial en canciones como la increíble “Antarctica Inside Me”, la oscura “Are You Anywhere?” o el excelente track final “Without You And One Other I Am Nothing”.

Es trascendental aclarar que este es un disco que difícilmente podría entrar de buenas a primeras a los oídos de auditores poco familiarizados con el sonido de esta banda del Sur de Florida, colmado de densidad y melodías apesadumbradas. Con una preponderancia del lado más agresivo del vocalista Jeff Moreira y su característica mezcla de gritos y canto, acompañado por las impecables guitarras de Ryan Primack y Brad Clifford, se crean constantes atmósferas de angustia y desasosiego, matizadas con algunas pausas melódicas que se traducen en los momentos más bellos del álbum. El sonido es impecable, con un grato realce de las bases rítmicas interpretadas por el baterista Chris Hornbrook y el bajista Bradley Grace.

Como en sus trabajos anteriores, encontramos líricas crípticas y poéticas, que son una de las principales diferencias que ofrece Poison the Well respecto de sus pares en el hardcore, complementando así su apuesta sónica con una imaginería bastante atractiva. Si bien esta banda no alcanza a un público muy masivo, es a mi parecer una de las agrupaciones más interesantes y complejas de la escena hardcore actual, que ofrece además una presentación en vivo llena de actitud y energía, que tuvimos la suerte de ver en nuestro país el año recién pasado.

En suma, se trata de una apuesta musical llena de integridad y honestidad, con la dosis justa de innovación y emotividad, para balancear el combo agresivo que ha sido la marca registrada de PTW desde sus inicios hace más de una década.

Jorge Luis Vega Cancino.

+ info: http://www.myspace.com/poisonthewell

Review de disco: "Common Existence" de Thursday.


En su primer álbum bajo el alero del sello Epitaph, que es el quinto LP de su discografía, Thursday ha retomado las riendas de su carrera y ha explotado al máximo su potencial musical, consiguiendo un álbum de excelencia, con el cual regresan a su senda luego del irregular “A City by the Light Divided”.

Esta banda oriunda de New Jersey lleva ya doce años de carrera y han pasado ocho años desde que su segunda placa “Full Collapse” los llevó a transformarse en los pioneros de un nuevo estilo musical que por entonces daba sus primeros pasos, el screamo. Luego de un periplo que los vio pasar desde Victory Records a la multinacional Island Records, con la cual editaron dos discos, hoy vuelven a un sello independiente, como lo es Epitaph Records, propiedad de Brett Gurewitz, guitarrista de Bad Religion, quien les ha entregado plena libertad creativa.

Es importante tomar en consideración los años que han pasado para entender cómo esta banda ha dejado atrás las preconcepciones y autolimitaciones, entregándose a la creatividad despojada de etiquetas o estilos musicales. Además, está el hecho que en sus dos anteriores placas Thursday nos había entregado un puñado de buenas canciones, pero no habían logrado repetir el impacto y trascendencia de “Full Collapse”. “Common Existence”, por el contrario, es un disco extraordinario, que puede ser apreciado por cualquier oyente que disfrute del rock, y que bien puede ser el punto creativo más alto de su historia hasta el momento.

Si analizamos la performance de los integrantes, el vocalista Geoff Rickly sobresale, tanto por su evolución en el manejo de su registro, que hoy domina con prestancia, como por sus excelentes líricas, cargadas de avidez, crítica social, poderosas metáforas, y fuertes cuestionamientos al establishment y a los convencionalismos que hoy predominan en la sociedad norteamericana y mundial.

Mucha de la braveza que hoy impregna la música de Thursday se explica por la sabia decisión que adoptó la banda luego de terminar contrato con Island Records. Su mala experiencia en una multinacional y las constantes limitaciones creativas a las que se vieron enfrentados los impulsaron a asumir el completo control de su música, situación que queda plasmada en el desparpajo con que hábilmente cruzan las fronteras del hardcore, post-hardcore, folk, punk, metal y rock moderno.

Rickly ya había mostrado su lado más agresivo con su proyecto United Nations, pero mucha de esa fuerza se mantuvo con él y se ve refinada y potenciada gracias a la elegancia de los guitarristas Tom Keeley y Steve Pedulla, cuyos arreglos en las seis cuerdas aportan el impulso trascendental a la progresión de la música en “Common Existence.

Tim Payne y Tucker Rule logran gran cohesión en el bajo y batería, respectivamente, imprimiendo energéticos beats a las canciones, dotándolas de gran dinamismo. Mención aparte merece el pulcro trabajo de Andrew Everding en los teclados y sintetizadores, que añaden intrincados detalles y capas a las canciones.

Es difícil destacar un tema dentro del disco, ya que todos mantienen un nivel extraordinario, pero la explosividad de “Friends in the Armed Forces” se lleva los aplausos, sobretodo tomando en consideración el contexto de la nueva generación de jóvenes veteranos de la guerra contra el terrorismo, asumida como bandera por la administración del ex presidente de EE.UU. Asimismo, el track conclusivo titulado “You Were the Cancer” conmueve por el carácter y arrojo con que cuestiona la existencia carente de sentido.

Con un arte austero y limpio que complementa el mensaje directo de este larga duración, Thursday se ha autoimpuesto una vara altísima en su ya brillante legado musical, invitando a todos a que participen y comulguen con una apuesta atrevida, que se ve muy poco en la escena musical actual, haciendo un llamado a la reflexión y promoviendo el cambio con sentido en nuestra sociedad.

Jorge Vega Cancino.

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